No me suena muy bien el título. Suena anacrónico. Suena rimbombante. Suena incluso fascistoide. Suena... ¡me da igual cómo suene! Es lo que hay.
Dos familias, un nexo. Dos semanas pasadas de la mejor manera posible, con visita familiar haciendo turismo por esta maravillosa ciudad. ¡Qué bueno que vinisteis! Qué suerte tengo de teneros.
La tradición dice que a falta de padres se tienen padrinos. Primero uno, luego la otra. Perfectos.
La Barcelona romana. La Barcelona gótica. La Barcelona modernista. La Barcelona olímpica. La Barcelona turística. La Barcelona escondida. La Barcelona catalana. La Barcelona cosmopolita. Mi Barcelona.
La catedral del mar. Las Ramblas. La Boquería. La calle Bisbe. La plaza Sant Jaume. Colón. La Rambla de Mar y el Port Vell. La Pedrera. La mançana de la discòrdia con la casa Batlló. La Casa de les Punxes. La Sagrada Familia, ¡la Sagrada Família! El Park Güell. El parque de la Ciutadella. Bis.
Un tiempo primaveral, perfecto para pasear, para patear y repatear (por algo me llaman Correcaminos), para hablar y no callar. Para disfrutar de la compañía. Repito: ¡Qué bueno que vinisteis! Qué suerte tengo de teneros. Adolfo, yayos, Anabel, gracias por venir.
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