Y a pesar de no creérmelo, voy cumpliendo paso a paso esa propuesta que lanzó la señorita Ruth a comienzos de año: realizar un plan "a lo loco" mensual.
Así, el mes de ENERO nos lanzamos a la pista para hacer unos pinitos a ritmo de música swing: charleston y lindy hop siguen teniendo grandes misterios para mí, pero durante seis larguísimas horas conseguí mantener un más o menos aceptable ritmo... Hay pruebas que lo demuestran:
Uno de los grandes sueños de mi vida, realizables por otro lado, era asistir en cuerpo presente a la mejor competición de baloncesto que se celebra en la actualidad: la Copa del Rey ACB. Los Reyes Magos debían saber esto, así que en FEBRERO me presenté en el Palau Sant Jordi para vivir cuatro intensos días de baloncesto y disfrutar lo máximo posible. Que concluyeron con el mejor broche final posible: la victoria de un gran Real Madrid que de la mano de Pablo Laso y con la estelar actuación, especialmente, de Sergi Llull, aparte de los puntos de Jaycee Carroll, el oficio del gran capitán Felipe Reyes y la gran promesa Nikola Mirotic, ha conseguido hacernos volver a soñar y disfrutar del deporte de la canasta.
Ahora viene lo complicado, cómo quedarse con uno solo de los eventos del mes de MARZO. Mes de locura, de mil cosas que hacer, cada fin de semana algo... ¡una suerte! Del cine con "Hello. My name is Inigo Montoya. You killed my father. Prepare to die.", a decidir en el último momento y casi a regañadientes que nos íbamos a quitar el mono de nieve de esta temporada, yendo a Les Angles a disfrutar de un día de esquí en la nevada. Al son de la música de Wrecking Ball, de Bruce Springsteen, el viernes nos fuimos a Tenerife, a Teno, a disfrutar del paisaje de la parte noroccidental de la isla canaria. La vuelta trajo la buena noticia de una firma en un contrato, ese primer contrato del que ya he hablado aquí. Para celebrarlo, calçotada en Vistabella.
¿Con qué quedarse? Con todo.
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