martes, 17 de mayo de 2011

Partida y regreso

El verde cereal del "mar de Geria" es agitado por el viento que sopla en el páramo. Es primavera en Castilla. Y no hay paisaje como el castellano.
Volver a casa es una sensación especial. Pero el tiempo no da nada de sí. Porque si tienes la suerte de tener una gran familia, y un montón de gente estupenda en la ciudad maravillosa que es Valladolid, conseguir que la agenda cuadre es una misión digna de Tom Cruise al menos.
En fin, que llegué a Pucela con dos docenas de años y me fui con un cuarto de siglo. Celebré lo que pude, con unos, con otros, con los otros, con los unos. Disfruté, me cantaron el cumpleaños feliz, tuve unos regalos maravillosos... y volví.

El rascacielos del color de un fresón de Toyo Ito asoma por la ventana del tren. Ja sóc aqui.

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