viernes, 7 de enero de 2011

Un cuento de miedo...

... y un cuento de Navidad. No el elegido entre 85 para recibir suerte de ésa que este año reparte la Diosa Fortuna y otros años ha repartido un Calvo.
'¿Y si no tengo trenes, mamá? ¿Y si no puedo ir a casa? ¿Por qué justo a mí me tocó ser yo? Cualquiera que me oiga… en una película de Hollywood una actriz famosa se queja de su mala suerte, y su enamorado le recuerda que hay gente muriendo de hambre en Sudán. Igual necesito decirme eso… ¡Es que es Navidad! He de estar allí. Habrá que oír a la abuela lamentando, “la niña se lo va a perder todo, allí sola sin nadie, la pobre… ¿Y cómo no viene?” “Pues mira, abuela”, le diría mi hermana, “porque las circunstancias económicas son más poderosas que las familiares, porque el dinero no dará la felicidad pero ayuda mucho, y no teniéndolo no hay manera de comprar un billete, y si papá está en paro y mamá hace lo que puede y más por conseguir que esté allí, luchando por un sueño, por labrarse un futuro, así ha de ser”. No descartemos un final tipo anuncio de turrón, y si no siempre nos quedarán los maravillosos avances de las comunicaciones, colocándonos a todos en el mismo lugar, juntos.'

Hoy con el inicio de las rebajas se dan por finalizadas las Navidades de 2010. Toca recoger los adornos. Y publicar un cuento... Espero que hayan tenido unos días maravillosos. Yo espero los del año que viene, 2011.

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