viernes, 3 de diciembre de 2010

No m'estimes



Me enamoré de ti antes de conocernos. En el momento de vernos, la idealización se hizo realidad, y mi amor, que se vio incrementado por beber de una fuente que hace de imán entre tú y yo, me condujo a acabar siguiendo tus pasos, dejando mi mundo conocido por adentrarme en el tuyo.

Me enseñaste todo, me abriste un horizonte que no conocía, y me ofreciste mis sueños en bandeja de plata. Lo tenías todo, y yo quería tenerlo todo contigo. Te metiste dentro de mí y me robaste el alma sin darme cuenta. Esperando que tú me correspondieras...
 Pero las cosas no fueron como yo pensaba. Te volviste en mi contra. Todos nuestros días eran de sol en mis sueños, y me encontré frío, más que el que se recordaba en ti en los últimos tiempos. Arrojabas sobre mí cubos de agua helada sin sentido. Y a pesar de compartir el hobby que más me gusta en el mundo, tú decidiste llevarme la contraria, humillarme y reírte de mí cada vez que nos reuníamos para disfrutar de él. Quería mejorar mi comunicación contigo, así que me puse las pilas para aprender tu idioma. Y también te reíste de mí, haciéndome ir a paso de tortuga, no dándome ni una sola facilidad. A pesar del rechazo de muchos, me convertí en tu mejor carta de presentación. A quien vino le enseñé todas tus bondades y le oculté los defectos que aún me cuesta ver pero que existirán como en todos y todas. Soy tu mejor guía y promoción...






Dime, BARCELONA, ¿qué he de hacer? ¿Cuánto debo esperar a que me abras tus puertas y me consideres una de los tuyos?






¡Pero no nos olvidemos del Sáhara!

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