miércoles, 21 de abril de 2010

La Odisea de Homero, en la actualidad (canto I)

Es uno de los libros más famosos del mundo, aquella epopeya escrita en el siglo VII-VIII a. C. según Wikipedia. La historia, por si a alguien no le suena, va sobre el rey Ulises, que regresa victorioso de la guerra de Troya con sus hombres a su reino de Ítaca. Por el camino los dioses griegos hacen y deshacen a su gusto para que el barco sufra peripecias varias en el mar Egeo, encuentros indeseados y problemas todos resueltos gracias a su legendaria astucia e inteligencia.

El famoso volcán de Islandia de nombre impronunciable Eyjafjallajökull /eijafiala/ (por ejemplo) provocó que, entre otras personas, quedaran tirados en Milán (¿esa bonita ciudad? ¿esa feria increíble? no recuerdo, la revisitación de la Ilíada vendrá próximamente) una brasileña, una peruana, una mexicana, cuatro portugueses y una pucelana (de la misma República Independiente de Valladolid), cual guerreros de Ítaca tras el naufragio de su barco. El Team Português encontró un cartel buscando "españoles para autobús a Barcelona". Un salvavidas. Algo hay. Peeeero las esperanzas del resto, puestas en un vuelo no-Ryanair, hicieron que se confiaran, aunque esas esperanzas se esfumaron como no han hecho las cenizas del cielo de Europa, algo más tarde: autobús lleno, más tiradas en Milán. ¿Solución, solución, existe solución? Arancha, Arancha, seas quien seas, eternamente agradecidas. Un teléfono, empiezan las llamadas, hay que reclutar gente, hay que volver a mi país. ¿Cómo reclutar gente, en una Stazione Centrale saturada de personas tratando de encontrar un medio para desplazarse? Fácil:




















Por la calidad de los carteles se ve que la mayoría del Team Português es diseñador/a gráfico/a:
Preguntar a la gente, ser preguntados por gente, mandar a alguien al Consulado de España en Milán, crear un grupo en Facebook, poner un anuncio en la edición online de periódicos españoles e italianos, alguien que corra la voz en los aeropuertos... 55 personas a las 20:00 es el reto. Y por supuesto, pasear con los carteles, pegarlos donde sea posible, cualquier papel vale, desde un post-it hasta uno de publicidad del "yo no soy tonto" en italiano utilizando la parte posterior blanca-azulada. El teléfono empieza a sonar. Ya no parará hasta 34 horas después.

[Continuará]

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