jueves, 22 de abril de 2010

Castilla entera se siente comunera...

... o debería. Una castellana siente morriña de su tierra en su Día, en un día de remembranza, de un bello sueño del que hubo que despertarse porque no era el momento, ni el lugar. Como dice el Preámbulo del Estatuto de Autonomía de Castilla y León:

"Si en Villalar (23 de abril de 1521) la suerte de las armas fue adversa a los Comuneros, no ocurrió así con sus ideales, que pueden ser considerados precursores de las grandes revoluciones liberales europeas. Como homenaje a ese movimiento el 23 de abril es hoy la fiesta oficial de la Comunidad Autónoma."

Mucho se podría sacar de aquello:

"Comunes el sol y el viento, común ha de ser la tierra;

que vuelva común al pueblo lo que del pueblo saliera".
Santa Junta de Comunidades de Castilla, Ávila, 1520.

Toda mi vida he aprendido a amar mi tierra. Así que mañana suenan jotas en mis oídos, y recuerdo a Juan de Padilla, y a Juan Bravo, y a María Pacheco. Héroes de una derrota el 23 de abril de 1521, en la campa de Villalar. Y a miles de personas, más anónimas, muertas por sus ideales, en el siglo XVI, en los siguientes, en los anteriores. Porque desde que tengo uso de razón recuerdo a alguien diciéndome al bajarme de un coche con olor a tortilla y filetes rebozados: "Al grito de 'Castilla entera se siente comunera', dos millones de castellanos y leoneses se reúnen en la campa de Villalar..." y su continuación que no recuerdo. Y llevar el pendón más grande posible, algo más que el que está en mi pared ahora, con orgullo. Y dar la mano al primer presidente de la Comunidad Autónoma, y bailar jotas, y tomar algo en el partido de Emiliano, y escuchar al Nuevo Mester, y cantar el himno oficioso de Castilla, el Levántate morenita de Candeal, y escuchar cintas de casete con más jotas, una especialmente, todas las veces posibles:
Castilla: canto de esperanza

Mil quinientos veintiuno,

Y en Abril para más señas,

En Villalar ajustician

A quien justicia pidiera.

Malditos todos aquellos

Que firmaron la sentencia,

Malditos todos aquellos

Los que ajusticiar quisieran

Al que luchó por el pueblo

Y perdió tan justa guerra.

Desde entonces ya Castilla

No se ha vuelto a levantar,

En manos de rey bastardo

O de regente falaz.

Siempre añorando una Junta

O esperando un capitán.

Quién sabe si las cigüeñas

Han de volver por San Blas,

Si las heladas de Marzo

Los brotes se han de llevar,

Si las llamas comuneras

Otra vez crepitarán.

Cuanto más vieja la yesca

Más facil se prenderá.

Cuanto más vieja la yesca

Y más duro el pedernal,

Si los pinares ardieron

Aún nos queda el encinar.


Pero estoy aquí en otra tierra, donde hay otras costumbres, que aprendo y respeto y disfruto también. Así que mañana pasearé por Rambla de Cataluña viendo libros y más libros, y gente comprando libros. Y pasearé por las Ramblas oliendo a rosas, viendo rosas, y gente comprando y recibiendo rosas. ¡Feliz sant Jordi!

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