sábado, 20 de marzo de 2010

so I say thank you for the music...

Vaya, Suecia está más incrustada en mí de lo que pensaba. Pero en este caso es la imagen que solemos tener todos: Abba.
No es que vaya a hablar de Abba. En castizo, para entendernos, diría "Bravo por la música..." Del ocio toca hablar hoy. No todo van a ser clases y paseos, ¿no? Tengo vida social en Barcelona. Soy pucelana, pero soy sociable. O lo intento, al menos. Y mis intentos no son tan vanos como parecerían.
Y la vida nocturna, y mis nuevas (relativamente nuevas) aficiones musicales me llevaron a la Sala Apolo de Barcelona a ver a dos grupos cuyo nombre,dicho seguido, parece de chiste. E incluso por separado. Estos conjuntos modernos por los que me ha dado la pasión, ¿verdad madre? Pues eso, que ayer me planté a ver a Supersubmarina y Miss Cafeína. Engañé con malas artes a Inma para que me acompañara, cuando sé que los viernes deberían ser de relajo post-semana de trabajo y pre-fin de semana, para que viniera a ver a estos personajes sin saber a lo que se enfrentaba. Pero es que Inma es estupenda, y se viene conmigo por eso, porque es estupenda.

Resulta que a quien yo más quería ver era a los supuestos teloneros, o menos importantes. Qué buenos son los Supersubmarina, cómo lo dieron todo en el escenario, qué bien suena su música, qué canciones más cuidadas... sí, me encantaron.
"Siendo tan pequeño el universo, cómo pudiste caber allí,
siendo tan eterno este momento cómo me voy a querer morir
para quedarme sin ti".

Y Miss Cafeína... el pobre cantante tenía un gripazo considerable. Empezó bien, pero según iba pasando el tiempo se le iba viendo encontrarse peor... El calor que debía hacer en el escenario no ayudaba, claro, a que estuviera en plenitud de condiciones. Y aun así, estuvo bien, tiene una voz increíble, y una gran música por descontado. "Nadie va a pararnos hoy porque somos príncipes del rock'n'roll... somos tan niños, tan locos, tan libres como una canción".

Realmente no soy crítica, como se puede ver, porque me gustaron. La objetividad no es lo mío, habría sido una mala periodista. No elegí mal, tirando por el camino de las sillas.

Aparte de la música, está que a partir de ahora me deberían llamar (toma mi ego, cómo sube, que conste que tengo dos abuelas aunque no lo parezca por lo que voy a decir) Su Majestad la Jelencilla. Porque mis relaciones más fluidas por ahora son con Iberoamérica. Al fin y al cabo, en Valladolid murió (vale, sí, supuestamente, o tal vez en Sevilla, o vaya usted a saber dónde, si no sabemos cuál era su patria como para saber su lugar de fallecimiento) Cristóbal Colón. Aquel tarado que dijo que la Tierra era una bolita redonda y se tropezó con un continente enorme en su camino hacia la nuez moscada. Vamos, que soy como el señor que vive en la Zarzuela, no en la que se desempeña con destreza mi hermanita sino el palacio. Ay, si me pagaran el mismo sueldo ya sería...

Y mañana a comer cebollas. No sé, costumbres de estos lugares. No voy a volver al tema de Obélix...

Avui aquest post és dedicat a "mare meva" de Barna, la Carme, que té una enfermedad de nens. Sin su chico y ella, aquí todo sería mucho más difícil y triste. Moltes gràcies. Alto y claro. Que se enteren todos los ecos de internet, o al menos a los que llegue, vale.

1 comentario:

  1. No se jelen, yo sigo sin acabar de ver eso de llamarte Su Majestad la Jelencilla, como que no me nace...
    Besos a tí y a Inma!

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