martes, 2 de marzo de 2010

¿Què et falta? ¿Què et sobra?


Oh, no, en absoluto, tampoco sé catalán (aún, espero, creo). Pero cualquier persona con dos dedos de frente, o incluso uno, que comprenda y se comunique en castellano entiende este título.
La Diagonal me pregunta, responderé.

ME FALTA mi gente conmigo cuando me siento sola, y cuando no me siento sola también. ME FALTA mi mamá despertándome, mi tata pidiendo ser despertada, mis conversaciones telefónicas hablando de todo, de nada, contigo Elisa. ME FALTA quedar o querer quedar con Esther, con Evelyn, con quien se apunte. ME FALTA salir de fiesta, ir siempre a los mismos bares, la misma música, las mismas escenas. ME FALTA conocer esto, conseguir que sea mi ambiente y no algo provisional como viene siendo mi vida aquí. ME FALTA empezar el curso y la rutina para ubicarme. ME FALTA el aire, el olor de Pucela. ME FALTA levantarme por las mañanas y encontrarme algo, alguien, conocido, familiar. ME FALTA tiempo para aclimatarme a mi nueva vida.


ME SOBRA la gente que me pregunta de dónde soy, y añade etiquetas a mi ciudad. Que si acabada en t, que si Fachadolid. ME SOBRA tanto transporte, tren, metro, ferrocarril (que no es lo mismo que tren aunque lo parezca, porque el tren es de Renfe y el ferrocarril es de Cataluña). ME SOBRA dar paseos a ninguna parte porque no encuentro un lugar conocido al que dirigirme. ME SOBRA pasar días sin hacer nada, esperando que llegue la rutina, que se hace esperar. ME SOBRA el día surrealista de hoy, asomarme a la ventana y ver la nieve caer.
(si hay tiempo y ganas de leer más, el reportaje de El País es brillante. Dejo el enlace).

ME SOBRA, ME FALTA, ME SOBRA, ME FALTA. Si todo fuera perfecto no tendría ninguna emoción, ni sería interesante, ni siquiera tendría la excitación de todo lo nuevo. Disfruto de estas ausencias y presencias, de cada momento vivido. NUNCA PODRÍA SOBRARME la gente encontrada o reencontrada en esta ciudad en esta nueva etapa, porque todos y cada uno se están volcando para hacer mi vida lo más fácil posible, y mi adaptación exitosa y feliz. ME FALTA imaginación, y maneras, para expresar lo agradecida que estoy. Tengo suerte de que NO ME FALTE el ancla de Valladolid, la gente que consigue que aquél sea mi puerto de origen y que eso no cambie.

Inglés sí sé, y entonces se me ocurre decir "Everything's gonna be alright". Ocurrirá, porque ocurre.

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